Constancia - Llegada del Ébola

Bogotá D.C.  Octubre 15 de 2014 

CONSTANCIA

Para enfrentar los posibles problemas epidémicos por la llegada a Colombia del virus del Ébola, 

debemos tener presente lo que ha pasado en el mundo con la aparición de diversos virus causantes de enfermedades catastróficas, la mayoría provienen de países del África, un territorio lleno de pobreza y abandono, pero inmensamente rico en recursos naturales y minerales. Donde ha aparecido el Ébola ha sido en países ricos en coltán, diamantes, petróleo y detrás de apoyos humanitarios para enfrentar estas enfermedades apocalípticas han ido invadiendo para apropiarse de sus inmensas riquezas.

Junto a estas situaciones tan dramáticas surgen los voraces apetitos económicos de transnacionales farmacéuticas que anunciando la investigación de fármacos para la cura del Ébola, han logrado el incremento del valor de sus acciones en las bolsas del mundo, y sin duda que buscarán comercializar sus inventos aunque no hayan cumplido toda la rigurosidad científica para comercializar. El negocio de la salud, una epidemia de mayor magnitud que la de cualquier enfermedad.

No repetir la historia, hace unos años con las conocidas gripe aviar y gripe porcina, que tras expandirse por distintos países del mundo,  apareció la farmacéutica estadounidense Gilead Science promocionando un tratamiento llamado Tamiflú. Y mientras miles y miles de personas se desesperaban buscando el Tamiflú, y se enriquecieron y muchos países, incluido Colombia, compró Tamiflú que nunca usó.

Todo parece indicar que la historia se repite, y que la alarma que genera la CNN sobre el Ébola, es impulsada por grandes empresas farmacéuticas que dicen tener la cura y sólo con ese anuncio  ya han logrado incrementar sus acciones en la bolsa.

La epidemia que más sufrimiento y muerte causa en el mundo, es la desigualdad y  la mayor parte de los problemas de salud de la gente, tienen que ver con los llamados  determinantes: como el acceso al agua potable, la nutrición, la vivienda, la educación,  el empleo, los sistemas de protección social, la seguridad, el nivel de pobreza, la  exclusión, la desigualdad de género, él acceso a la información, la vulnerabilidad frente  al cambio climático, etc.

Muchas de estas enfermedades infecciosas emergentes son ancestrales, enemigos antiguos que hoy afectan sobre todo a ciertas regiones del mundo en desarrollo, donde suponen una elevada  carga de enfermedad, afectando preferentemente a los más desfavorecidos porque el riesgo  para padecerlas se define más por su condición socioeconómica que por la simple geografía, siendo la pobreza la causa subyacente más importante.

Enfermedades como el Ébola al igual que otras, no surgen ni se trasmiten solo por azar y  la atención e inquietud que despiertan en los medios de comunicación y países occidentales,  es por su potencial riesgo de difusión y el hecho de carecer algunas de un tratamiento  específico y de poseer una alta mortalidad.

Motivamos al Comité  Estratégico Intersectorial de Salud organizado por el Ministerio de Salud y Protección Social, a establecer todas las medidas sanitarias y migratorias que se requieran con el fin de evitar la llegada de personas contagiadas con el virus del Ébola  a Colombia, pero sobre todo establecer un riguroso plan de  comunicación social necesarias para que las comunidades tengan toda la información requerida,  se evite el pánico y no se presionen medidas sanitarias que  solo favorecen los intereses mezquinos de farmacéuticas transnacionales.

Pero sobre todo debemos avanzar en el trabajo intersectorial para combatir la exclusión social.

OSCAR OSPINA QUINTERO

Representante a la Cámara Cauca

Alianza Verde